Hola a tod@s!! Los días continúan intensos y con mucho quehacer en mi vida. Estoy a poco de acabar los exámenes, hemos vuelto a instalarnos en la playa, pero esta vez solo para pasar el verano, y la última nueva es que Daniela competirá en Noja, Cantabria, este fin de semana. Así que el jueves, recién salida de mi penúltimo examen, haremos carretera hasta el norte. Qué ganas!!! No conozco aquello, lo podéis creer?? Debe ser precioso y estoy encantada de volver a hacer una escapadita familiar y revivir las emociones de ver a mi hija competir.
A un lado el cotilleo, el post de hoy puede parecer una chorrada, pero para mí ha sido toda una revolución a la hora de apañar cenas rápidas en casa. A Dani y a las niñas les encantan las tortillas mejicanas, no solo en formato "fajita", sino de cualquier manera, y ahora que hace calor son un menú ideal para la noche acompañadas de un gazpacho o cualquier guarnición.
Seguro que no os estoy descubriendo nada que no sepáis pero, y si os enseño una nueva forma de "montar" estas tortillas que no sea el tradicional rollito??? Yo no sé vosotr@s, pero a mis hijas el rollo se les acaba desenrollando o la mezcla les sale por el otro extremo y muchas veces, acaban comiéndolo con cuchillo y tenedor.
Esta idea tiene su origen en los conos de papel, me explico; en más de una ocasión he hecho conos (con distintos propósitos) cortando lo que sería el radio de un círculo y enrollándolo sobre sí mismo hasta obtener la forma de un cono. Pues bien, un día en la cocina, probablemente agotada, me quedé pasmada mirando el círculo de la tortilla mejicana... - Evasiones, ciertamente necesarias y a veces hasta prácticas ;) - , El caso es que me vinieron los conos de papel a la cabeza, y me dije: si se puede hacer con un círculo de cartulina, se puede hacer con un círculo de tortilla de trigo y seguí los pasos que os muestro a continuación...




Cambié cartulina por una tortilla mejicana, tijeras de papel por tijeras de cocina y pegamento por mayonesa y salieron unos conos perfectos, que no se abren y son recipientes ideales para el relleno! Mi única recomendación es servirlos en un bol, o en un vasito bajo o de vino como soporte (tip: ponle patatitas fritas, nachos o algún snack de este tipo para tapar la base del vasito y deja el cono reposando encima, verás qué chulo queda!)
Veis? Lo suyo es rellenar el bol con algún snack - que no tenía en ese momento - y poner encima el cono. Me encanta!
Se acabaron los dramas de los rollos, hay que pasarse a los conos! ;) En mi casa los comen un par de veces a la semana por lo menos, con distintos rellenos: pollo a la barbacoa o al curry, espinacas y salmón, pavo y queso, ensalada de atún... Como siempre, posibilidades hay todas las que te quieras inventar!
También me gustan para almuerzo o piscolabis a mediodía, el modelo de las fotos acabó en mi estómago hecho añicos... jeje!!
Son cosas de la vida cotidiana que dices "y por qué no compartirlo con todos los demás??" Si a mí me va bien, igual a ti también, no?
Y nada más por hoy amig@s, como habéis podido leer en la introducción, me esperan unos días de huracán emocional!!! jiji!! Os contaré tan pronto como me sea posible y a ver si volvemos con copa
a casa una vez más!
Os mando muchos besos!!!
María