Cuarto aniversario

Sábado gris de sobremesa... Momento perfecto para una entrada, la primera y más especial para mí de este mes, y es que estaba deseando contaros que el 1 de noviembre fue mi aniversario. Hace cuatro años me convertí en la mujer de mi maridito y pienso en cuantas cosas han pasado desde entonces...

Para empezar, recuerdo que en la organización de mi boda yo no intervine en absoluto!!! jajaja! Tiene gracia, ¿verdad? pero es cierto; también he de decir que, aunque siempre lo he llevado dentro, la pasión por la decoración en ocasiones especiales me vino un poco más tarde. Pero resulta curioso que los meses previos a la boda, yo solo estaba deseando casarme con él, me daba igual si las mesas estaban impecables, si la decoración era como yo quería o si habría photo call (entonces ni se planteaba la idea de un photo call...) Parece mentira lo que ha cambiado el concepto de boda en pocos años. De todos modos (y conociéndome) mi actitud siendo la novia ante los preparativos de mi boda era más que inusual; sin embargo esa parsimonia mía, sirvió para que viviese aquellos momentos con una tranquilidad y un disfrute increíbles. La planificación de los cumpleaños de mis hijas, me quitan dos kilos de peso, pero mi boda fue un camino de rosas...

(Suspiro)... Qué feliz fui el día de mi boda, es maravilloso casarse!! Cada uno como buenamente quiera, pero celebrar el amor de dos personas debería ser obligatorio!! jejeje!! Y como no, el aniversario. Es fundamental darle el protagonismo que merece! Y ojo, no con esto quiero decir que haya que hacerse regalazos o hacer viajes a París, etc, etc. Ni mucho menos, Dani a veces se frustra porque querría hacer cosas "más grandes" (y por tanto más costosas) en las ocasiones especiales y yo le digo que no es una cuestión de dinero, es una cuestión de ponerse, de querer dedicarse tiempo... Este año, y con lo difíciles que se han puesto las cosas, mi aniversario me inspiró esto:

Cada día me gusta más llenarlo todo de etiquetas, creo que no hay mejor manera de personalizar un espacio pequeño, confieren identidad.
Una llave y un corazón (aunque no se aprecia muy bien)... Adoro las llaves, son tan simbólicas y decorativas. Aunque esta parece estampada, no lo es, está impresa. Bonito también para una boda, ¿no?

El pan con nuestras iniciales... jajaja!! A veces yo misma me río y pienso... ¿pero qué cosas hago? Con el tiempo que llevo dedicándole a esto podría haber puesto y tendido una lavadora... 

En fin, Dani ya me conoce... Y además, poner lavadoras no me produce tanta satisfacción!! ;)

Cuando mencioné "tiempos difíciles e inspiración" me refería a esto, una bicicleta. Me pareció  el elemento más representativo para la ocasión. La vida es un camino, el matrimonio y la familia es como una trayectoria en bici: empiezas pedaleando con mucha fuerza y entusiasmo, ves el paisaje que tienes ante ti y te lanzas sin pensarlo dos veces, pero entonces te encuentras con una piedra que te impide pedalear como esperabas, te cansas, otras veces llueve... Sin embargo hay que continuar, hay que seguir pedaleando porque la lluvia cesa, los dolores se pasan y de repente te topas con un sol brillante y la brisa te da en la cara. En el matrimonio me he dado cuenta de que no basta con estar enamorado hasta los huesos, hay mucho que  "pedalear"!!!

Afortunadamente, hoy en día me sigue compensando y estoy feliz con mi decisión de haberme "subido a la bici" con Dani... 

           

Feliz fin de semana!! xxxx